Marina + Gustavo
Marina + Gustavo
Antes de saber que me casaría, sabía que Santi sería nuestro videografo. Tuve la suerte de conocerle en Cantabria, lugar donde decidí abrir mi propio estudio de fotografía. Fueron muchos los videografos que se ofrecieron para colaborar conmigo pero siempre tuve la sensación de que “no encajaban” con mi estilo
Él era diferente… su manera de mirar es especial y se involucra tanto en cada historia que es inevitable no emocionarse en cada uno de sus videos. Hemos compartido juntos muchas bodas y en todas ellas siempre pensaba “ojalá llegue mi día y pueda contar con él para narrar nuestra historia”. Y por fin, en un viaje que decidimos hacer nada más y nada menos que a Venecia, Santi y Gustavo (ahora mi marido) se pusieron de acuerdo en darme una sorpresa muy especial. Él me pediría matrimonio en plena plaza de San Marcos.
No tengo palabras para poder describiros lo emocionante que fue. Aquel momento era tan íntimo y significativo que gracias a Santi quedó registrado en un video increíblemente bonito. Igual nuestra boda no ha sido la más bonita del mundo, para nosotros fue muy difícil poder organizarla porque tuvimos muchísimos contratiempos que nos dificultaron la tarea. A eso se sumaba la salud tan delicada de mi padre. Yo sólo pensaba en que fuera como fuese, él tenía que estar presente en nuestro día tan importante.
Santi nos ayudó muchísimo y aquí hablo a nivel personal. Tiene un gran corazón y nos demostró que la palabra amistad se quedaba pequeña a su lado. Viajó hasta Cádiz, nos ayudó en todos los detalles de última hora que nos tenían muy agobiados y estresados (hasta las tantas de la mañana preparando los cucuruchos de los pétalos, personalizando los cds de música que queríamos regalar, acompañando a mi madre en varias sorpresas que nos tenía preparadas y un largo etcétera) Por eso, hablar de Santi como videografo le resta importancia a hablar de Santi como persona.
Prefiero contaros que fue un pilar fundamental en nuestra boda. Que justo días previos a la boda fallecieron dos hermanos de mi madre y justo el mismo día, otro hermano más. Imaginaos el golpe tan duro que supusieron esas pérdidas, la tristeza infinita que sentíamos todos y la fuerza que nos aportó para seguir adelante. Por suerte, mi padre seguía con la salud suficiente para acompañarme al altar hacia mi futuro marido y Santi, sabiendo lo importante que era para mí, estuvo pendiente de cada detalle para posteriormente convertirlo en la magia de un recuerdo inolvidable. Igual nuestra boda no ha sido la más bonita del mundo pero para nosotros ha sido el día más importante de nuestras vidas. Pese al enorme esfuerzo que tuvimos que realizar, la tensión y la tristeza de los días previos. ¡Lo conseguimos! Ahí estábamos, bajo un Sol resplandeciente y con todas las personas que queremos a nuestro lado.
Pero Santi no sólo es Venecia y Cádiz, también es mi día a día aquí en Cantabria y todas las bodas e historias que compartimos juntos. A su lado compruebo que en cada boda se implica de manera única, que se emociona con todas las parejas y que cuenta cada historia con una sensibilidad exquisita, sin adornos ni efectos. Cuando vimos por primera vez nuestro video de boda recuerdo que a los pocos segundos lloré porque escuché la voz de mi madre, no me lo esperaba y a partir de ahí, tuve la piel de gallina hasta las letras del final. Se preocupó de darme esa sorpresa tan especial de la que no tenía ni idea y desde Cantabria, estuvo hablando con mi madre por teléfono para poder grabarla. Así que ya os imaginaréis todo lo que supone depositar el día más importante en la mirada y, sobre todo, en el corazón de esta gran persona y profesional.
Ahora que mi sueño se hizo realidad y que gracias a Santi tenemos dos videos que cuentan nuestra historia tal y como fue, con naturalidad, emociones y elegancia, me viene a la mente un nuevo deseo … el de seguir contando con su inimitable forma de narrar historias en los próximos momentos más importantes de nuestras vidas. Sin duda, si algún día tenemos un bebé, queremos depositar ese momento tan importante, una vez más, en sus manos.
No hay palabras suficientes para agradecerle tanto cariño y dedicación, nos sentimos muy afortunados de poder contar con él, no sólo como “nuestro videografo” sino como un GRAN amigo, de los de verdad.